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Educación, el cimiento de un país

“…Donde haya un árbol que plantar, plántalo tú; Donde haya un error que enmendar, enmiéndalo tú; Donde haya un esfuerzo que todos esquivan, acéptalo tú. Sé el que aparta la piedra del camino, el odio entre los corazones y las dificultades del problema. Hay una alegría de ser sano y la de ser justo, pero hay, sobre todo, la hermosa, la inmensa alegría de servir.”

Por Claudia Honorato

Publicado: 2016-12-06

La profundidad del mensaje de este poema de Gabriel Mistral, “El placer de servir”, no solo entrega una muestra de cómo todos los elementos de la naturaleza sirven, o son útiles, sino que hace un paralelo con la capacidad humana de servir y a su vez la gratificación y alta autoestima que uno puede sentir al ser útil, al poder contribuir y, a su vez, valorar esa colaboración.  

¿Cómo educar para servir? ¿Es esto viable en nuestro país?

A mi entender, dada la experiencia que obtuve al ejercer como docente por más de diez años, es necesario incluir una asignatura tan fundamental como lo son las Matemáticas y esto es “Educación Moral”, es decir, reforzar e inculcar desde la primera infancia, hábitos y valores aplicables tanto en el hogar como en su entorno más cercano. En Corea del Sur, en donde actualmente se considera que tiene un modelo educativo ejemplar, tiene como uno de sus temas principales la educación moral en primaria.

El valor de la honestidad; ¿quien alguna vez no recibió una calificación equivocada de algún trabajo o prueba? Recuerdo que en más de una ocasión se acercó un alumno para decirme que le había puesto una calificación mayor a la que le correspondía y haberlo felicitado frente a todos sus compañeros, pudiendo percibir en su rostro una alegría insospechada.

Los valores trascienden épocas y hacen que toda una nación se distinga y surja.

Por otro lado ¿se premia el esfuerzo o solo se le rinden honores a quien se destaca por sus capacidades? pienso que darle el valor merecido al esfuerzo que un niño pueda hacer a pesar de que el resultado no sea óptimo, también fomenta el espíritu de colaboración y autoestima, esenciales para una sana convivencia.

Mary Baker Eddy, vanguardista del siglo XIX, escribió “Los exámenes escolares son unilaterales; no es tanto la educación académica como una cultura moral y espiritual, lo que lo eleva más a uno. Los pensamientos puros y enaltecedores del maestro, constantemente impartidos a los alumnos, llegarán más alto que los cielos de la astronomía; mientras que la mente envilecida e inescrupulosa, aunque adornada con gemas de erudición, degradará los caracteres que debe instruir y elevar.”

El fundamento para una buena educación más allá de que si es gratuita o no, debe tener cimientos sólidos en donde sostenerse, mientras más profundos, más firmes, por ende, pienso importante considerar el respeto, honestidad, tolerancia y más valores para favorecer el desarrollo de una sociedad saludable.

Claudia Honorato escribe reflexiones acerca de la conexión que existe entre los pensamientos y la vida. Integra el Comité de Publicación de la Ciencia Cristiana para Chile. Email: chile@compub.org Twitter: @puramentesana


Escrito por

Carmen Olivas

Comité de Publicación de la Ciencia Cristiana para Perú.


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